El Coronavirus como disparador del Home Office o Teletrabajo

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Sin embargo, instalado el problema hay una realidad que el mundo debe seguir girando, tomando los recaudos y recomendaciones que ya son de público conocimiento.

En este contexto, hemos observado cómo la tendencia de trabajar desde el hogar ha ido in crescendo en todo el mundo y Argentina no es la excepción. Sin duda que la pandemia, ha apalancado a esta modalidad laboral que hasta el momento cuenta con muy poca legislación y práctica si tomamos en cuenta el mercado laboral en general. También es llamativo como empresas, que ni siquiera consideraban esta opción, comienzan a familiarizarse con el concepto.

Es ahí en donde ponemos el foco, en las enormes oportunidades que se nos presenta y sobre todo los desafíos de crear cultura del home office o teletrabajo.

Compartimos algunos retos que la situación genera:

– Preparar culturalmente a la organización, tanto a la dirección, como a los líderes y empleados.

– Administrar la equidad con el mejor equilibrio posible. No todas las posiciones pueden trabajar remotamente.

– Instalar una política más allá de la coyuntura por la cual se pone en práctica.

– Preparar a los líderes para liderar al empleado no presente.

– Medición del desempeño más allá de la presencia física y el cumplimiento de horarios.

– Adecuación y encuadre a las mejores prácticas de mercado (Benchmarking)

– Analizar las inversiones necesarias en equipamiento tecnológico.

Mucho se ha comentado sobre los beneficios del Home Office, por ejemplo, que genera flexibilidad, ahorros de tiempo y dinero, que aumenta la productividad, que reduce la contaminación, que genera menos conflicto en la empresa, etc.

Pero también hay que considerar diversos factores, especialmente los referidos a Salud Ocupacional y Bienestar. Refiere a cómo los factores tales como la ergonomía, los tiempos de viaje, el aislamiento y el sedentarismo, pueden afectar la salud del trabajador y el desafío de cómo disminuir su impacto. También existe cierto riesgo de superposición de los límites entre el trabajo y la vida personal, por nombrar solo algunos factores de riesgo.

La falta de datos referidos al teletrabajo, se han constituido en los principales desafíos con los que se encuentran los investigadores a la hora de establecer los beneficios o perjuicios.

El teletrabajo puede tener tanto beneficios como perjuicios para el trabajador, dependiendo de factores tanto individuales como organizacionales. Entre estos: la edad, el género, la relación con las jefaturas, el tipo de contrato, el grado de autonomía, la ergonomía, etc.

Se entiende que el espacio para el desarrollo del home office, apalancado por el contexto, debe convertirse en una oportunidad para implementarlo en forma madura; y consecuentemente que en cada organización pueda continuar vigente en el tiempo, adecuando sus realidades y culturas.

Equipo de SEL Consultores – Soporte y Estrategia Laboral